Los vestidos suizos en esta época, varían dependiendo de la región que se intente explorar. En general, hacia el siglo XIX, puede decirse que en las zonas de montaña, más que en la llanura, predominaba un espíritu vivo y fresco, propio de esas altitudes y que se trasladaba al vestir, a través de alegres y vivos colores.Los días festivos como los domingos eran las jornadas perfectas para lucir los atuendos más brillosos y coloridos. Las mujeres más jovencitas portaban sombreros adornados con cintas o flores, faldas cortas en tonos verdes o azules y camisas con mangas de pernil.
De uso frecuente eran las camisas largas de pliegues y las chalinas alrededor del cuello. Las amplias faldas iban acompañadas muy a menudo de cinturones; completaban el atuendo general medias azules y zapatos. De uso frecuente era también el fichú, el cual cubría los hombros y busto, así como también los corsés decorados con encajes.
Muchas de las mujeres suizas, portaban con gusto piezas de moda extranjeras, sobre todo las venidas desde Francia.
En cuanto a los peinados, era común el uso de cintas y moños en el pelo o bien hermosos tocados de gasa. Las solteras llevaban el pelo suelto y largo, en tanto que las casadas solían portar casquetes de raso negro.
En el cantón de Zug, dedicado a la agricultura, las jóvenes lugareñas elegían motivos de la naturaleza como flores para imprimirles a sus ropas, en tanto que los campesinos solían llevar chalecos abiertos. Algunos usaban también camisas plisadas de la época de Luis XIV.
Realizado por Ara Guardado Osuna
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